06/10/2014

La semana pasada, Microsoft anunció que la próxima versión que lanzará de su sistema operativo será Windows 10 y no la 9 como correspondería (esta sólo será una actualización del vigente 8.1).

Respecto a Windows 10, se adelantó que el menú inicial aparecerá de manera similar al de Windows 7, pero los mosaicos que se abrirán a la derecha se parecerán a los de Windows 8.

Joe Belfiore, un ejecutivo de Microsoft que supervisa el diseño y evolución del sistema operativo, dijo que la versión 10 “ofrecerá la familiaridad de Windows 7 con algunos de los beneficios que existen en Windows 8” para ayudar a los usuarios a hacer la transición” (algo que claramente Microsoft debería haber hecho anteriormente).

El nuevo sistema representa un intento por revertir, en parte, el rediseño radical que alienó a muchos usuarios cuando se introdujo Windows 8 hace dos años, pero no se aparta completamente del objetivo de zanjar la brecha entre las computadoras portátiles y los dispositivos móviles: todavía tiene funciones táctiles y se propone crear una experiencia familiar para los usuarios que alternan entre computadoras de escritorio, tabletas y teléfonos multiuso.

Aunque el nuevo sistema no será distribuido formalmente hasta el año próximo, ya es posible acceder a la versión de prueba, que normalmente utilizan los desarrolladores de aplicaciones, aunque por ahora no se aconseja instalarla en la computadora principal del usuario. Los analistas consideran que el éxito de Windows 10 será crucial para Microsoft y su nuevo director general, Satya Nadella.

El ejecutivo Terry Myerson dijo que esta versión será “una generación totalmente nueva” que funcionará con una variedad de dispositivos, desde teléfonos hasta consolas de videojuegos.